Soy una persona con diabetes tipo 1 desde hace 55 años, sin complicaciones ni hospitalizaciones por mi diabetes.- He tenido una vida muy activa y feliz ya que mi enfermedad me ha permitido descubrir el mundo de la solidaridad, ayudando a otros.-
Todo lo debo a una educación responsable brindada, primero por mis padres y mi Lycée Français, donde me eduqué y luego por el equipo de salud que me ha atendido desde siempre, sumado al esposo y compañero que tengo desde hace más de 50 años, quien, con sus amor, me motiva a cuidarme.-
Debemos comprender que nuestras responsabilidades son para con nosotros mismos, ya que tenemos la obligación de vivir con salud y con calidad de vida, siendo útiles a la sociedad; luego con nuestras familias, pues no tenemos derecho a preocuparlos por costos humanos evitables y por último con la sociedad, ya que los costos en dinero de una diabetes y sobre todo de las posibles complicaciones, son enormes, por los tratamientos, las discapacidades y las muertes prematuras, casos en que los individuos dejan de producir para el país.-
He terminado una carrera universitaria, soy Escribana Pública y me he preparado para dirigir Organizaciones sin Fines de Lucro, con un curso, también universitario de dos años, llevado a cabo en l995 y 1996, realmente he tenido dos carreras paralelas, una que me permitió vivir y la otra, desarrollada en forma voluntaria, desde hace 44 años, que me ha dado satisfacciones espirituales enormes.-
En suma les digo que soy feliz con mi diabetes, cuidándola como algo muy preciado, teniendo una vida plena, activa y pudiéndole decir, al igual que el poeta Amado Nervo en su poema En Paz,
“Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!”